MI LUNA
Mira, ya sale la Luna,
¡¡Mi Luna!!
su manto de luz extiende,
y cuando cubre la Tierra
las estrellas languidecen.
Cubre de luces la tierra,
¡¡Mi tierra!!
cuando la Luna levanta,
y hasta el paisaje es distinto
cuando lo pinta de plata.
Con su reflejo en el río,
¡¡Mi río!!
Lo tiñe con luces blancas,
con destellos infinitos,
con brillos de fría escarcha.
Desprende rayos la Luna,
¡¡Mi Luna!!
que entran por las ventanas,
para acompañar los sueños
de gente morena y guapa.
Vela noches en el pueblo,
¡Mi Pueblo!!
y mitiga los colores
brillando en los tejados
de un pueblo de agricultores..
Estoy mirando la Luna,
¡¡Mi Luna!!
Estoy mirando su cara
y me quedare dormido
quizás cuando llegue el alba.
QUIZAS UN DIA, EL ALHZEIMER….
Ahora que estamos cuerdos
y aún tenemos memoria,
vivamos y disfrutemos
cada instante de la vida
como si el ultimo fuera.
Antes que el Sol del estío
pinte de color las moras,
aprovechemos el tiempo
por si viniera a cegarnos
esa enfermedad traidora.
No volverá a ser lo mismo
si el alzhéimer me acecha.
No sabré si es Luna llena,
ni regar juntos las flores
que sembramos en la puerta.
Tal vez sin saber porqué,
ni donde, ni como, ni cuando,
te siga paso tras paso
hacia donde tu caminas
igual que un perrillo manso.
Quizás no te reconozca
al verte hasta mí llegar,
quizás si me das un beso
y me miras a los ojos,
quizás me veas llorar.
Si algún día me perdiera
y se me olvida volver,
búscame por el camino
que otras veces andamos,
seguro que allí estaré.
Y tómame de la mano
lo mismo que aquella vez,
que entre juncos y entre flores,
regresamos al hogar
casi al anochecer.
Si mi cabeza está fría
cual nido que ya voló,
jamás podré preguntarme,
¿si mi mente está vacía
Como está mi corazón.?
Porque, quisiera morir
si la memoria yo pierdo,
de que me sirve vivir
sin saber si tu me quieres,
sin saber que yo te quiero.
si perdemos la conciencia
que el barco que naufraga
es igual que si cayera
una lagrima en la arena.
Disfrutemos cada instante
como si el ultimo fuera,
no esperemos a mañana
que, el tiempo no se detiene.
¡Quizás mañana no pueda¡
Emilio jarque marzo 2019
ROMANCES
Yo quisiera recordar
a músicos de este pueblo,
que alegraban y alegran
las calles y los festejos.
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Dicen que hubo un “Chicharro”
al que yo no conocí,
que tocaba la bandurria
como pocos por aquí.
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Recuerdo que el tocaba
la guitarra con esmero,
recuerdo que le llamaban
el “tío Jaime el quinquillero”.
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Del “tío Roque” me acuerdo
el padre de Marieta
que andaba en el pasacalle
tocando la pandereta.
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Con su bandurria en la mano
siempre iba por delante,
le llamaban ”tío manolo”,
de profesión practicante.
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El “tío Jesús el misin”
acompañaba a los quintos,
tocando en las albadas
y haciendo muy buenos guisos.
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La familia ha heredado
la buena vena de artista
que llevaba en la sangre
“el tío Frenando el ravitas.
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“El tío menea tocaba
la guitarra con gran arte,
a su hijo Joaquín le gusta
seguir las formas del padre.
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Cuando empieza el pasacalle
todo el mundo está dispuesto
para decir con orgullo,
Ahora que temple Ernesto.
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También creo que hace tiempo
en la calle el fueguecillo
hacían baile y tocaban
Joaquín Galindo y Paquillo.
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Si alguien entiende de jotas
este es “el tío Manolo”
no se conforma con poco,
tiene una rondalla el solo.
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Con Paco “el catalán”
nunca me salen las cuentas,
murió con ochenta años
y cantó ciento sesenta.
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No faltaban a una cita
notas con tanto prestigio
como las acordeones
de la saga “los Patricios.
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Cuando hay fiesta y pasacalle
siempre se suben al carro
el acordeón de Joaquinete
y el laúd de “los chicharro”.
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Tradición de jota y baile
y lo digo bien de veras,
cuando se unen en familia
“campeños y falagueras.”
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Si de alguien me he olvidado
disculpen por ser tan torpe,
porque escribo estas coplas
mas que al trote al galope.
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Cuando lean estos versos
perdonen los forasteros,
pues solo lo entenderán
los que sean de este pueblo.
Golondrinas, vencejos y aviones
Golondrinas, vencejos y aviones,
volando desenfrenadas
por calles, plazas y rincones
sin importarles las gentes
sin temer un terrible tropiezo
planean por los cielos
buscándose el preciso sustento.
Qué ajenas viven las aves
y las demás criaturas del suelo
de los males que les acechan
por culpa de los sin cerebro.
Cada temporada sufren
las sequias y calores
de un cambio de la naturaleza
de la que ellos también son dueños.
Los descerebrados humanos
por sus intereses ciegos
han destrozado la tierra
que les da los alimentos.
Han mordido la mano
a quien les da de comer,
esa tierra que heredaron
y que han echado a perder.
Todo se mueve por dinero.
Nada vale si no da un interés.
Solo les preocupa el presente,
ni el mañana ni el después.
Los bosques que nos oxigenan
se convierten en desiertos.
Los campos que nos alimentan,
se convierten en barbechos.
Los manantiales y los ríos
se desecan sin remedio,
pero no nos damos cuenta
que en nuestra muerte arrastramos
la vida de todo el planeta.
Nos imparten mil consejos
con sus vuelos tan rasantes
las humildes avecillas
golondrinas, aviones y vencejos.
Aras de los Olmos, 6 agosto de 2019
LA PIEDRA EN TU BOLSILLO
Tu miras tranquilo el horizonte,
sin nada en tus bolsillos,
tu mente se llena de ilusiones,
el mundo es...tú mismo.
Tienes clavada la mirada,
en las piedras de la playa, en la nada,
te hablan con sus formas sugerentes,
y las piedras, se funden contigo.
P.D: Al pobre más pobre,
que aún no teniendo nada, lo tiene todo.
Mara Pérez
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NIÑA DE NADIE
Biopoema
Niña de nadie
niña rota.
Niña nacida en medio de una guerra
guerra nacida en medio de un destino,
odiada en medio de todo
muerta en un suspiro.
Potencias desérticas de ética
noches sin estrellas,
pueblo masacrado, olvidado, vendido
corazones destrozados en fronteras sin sentido
Lluvia de metralla, codicias indomables,
desórdenes extraños, exuberantes mezquinos;
niña de arrabales, de penumbras, de olvidos.
Canto sin canto en la memoria yerma;
Quejidos.
La niña de nadie…sueña
en un silencio maldito.
¿Quién le cantará una nana?
¿Quién cuidará su destino?
Cierra los ojos al mundo
que tu pueblo se ha dormido.
Niña de nadie
Niña rota
Mara Pérez Fernández
VELETA
(Libro de poemas 1921) Federico García Lorca
Viento del Sur,
moreno, ardiente,
llegas sobre mi carne,
trayéndome semilla
de brillantes
miradas, empapado
de azahares.
Pones roja la luna
y sollozantes
los álamos cautivos, pero vienes
¡demasiado tarde!
¡Ya he enrollado la noche de mi cuento
en el estante!
Sin ningún viento,
¡hazme caso!,
gira, corazón;
gira, corazón.
Aire del Norte,
¡oso blanco del viento!
Llegas sobre mi carne
tembloroso de auroras
boreales,
con tu capa de espectros
capitanes,
y riyéndote a gritos
del Dante.
¡Oh pulidor de estrellas!
Pero vienes
demasiado tarde.
Mi almario está musgoso
y he perdido la llave.
Sin ningún viento,
¡hazme caso!,
gira, corazón;
gira, corazón.
Brisas, gnomos y vientos
de ninguna parte.
Mosquitos de la rosa
de pétalos pirámides.
Alisios destetados
entre los rudos árboles,
flautas en la tormenta,
¡dejadme!
Tiene recias cadenas
mi recuerdo,
y está cautiva el ave
que dibuja con trinos
la tarde.
Las cosas que se van no vuelven nunca,
todo el mundo lo sabe,
y entre el claro gentío de los vientos
es inútil quejarse.
¿Verdad, chopo, maestro de la brisa?
¡Es inútil quejarse!
Sin ningún viento.
¡hazme caso!
gira, corazón;
gira, corazón.
Poema de Eduardo Jarque
VASO, BESO
Me gustan los besos de los vasos.
Sus diferentes sabores
me embelesan.
¡Qué ricos!¡Esos sabores a fresa!
Mi boca disfruta.
Los besos de zumo
de cualquier fruta.
Me dejan sin razón
los besos de los vasos
con un toque de ginebra,
en tónica o limón.
Y los chupitos
chiquititos
de un orujo gallego
¡Qué besitos!
¿A quién el pulso
no le late?
Por tazas
con besos de chocolate.
Y ese beso incoloro
y al que añoras
si no te besa los labios
cada día a cualquier hora.
¡Me apasiona!
el beso del vaso
que sabe a vino
y me da un puntito
de felicidad
compartir contigo
los besos del vaso
hace que queramos
entregar los besos,
esta vez sin vaso.
El vaso se queda
como un pasmarote
encima de la mesa.
Manías tiene la sed.
Hay quien le gusta tener
cada beso un vaso
y el que con un mismo frasco
saborea cualquier beso.
Hay besos tan limpios
que no dejan huella.
Y vasos machados
que ensucian los labios
con polvo de estrellas.
Hay vasos viejos y solos
en la alacena
esperando que alguien
los bese aunque sea
su última cena.
Hay gorrones del fracaso
que quieren besar
de todos los vasos.
Y tan "capullos"
que no permiten
que besen el suyo.
Vasos que son de tu agrado
y los besas por cualquier lado.
Sería fantástico
que nadie besara.
Hay vasos
que todos quieren besar
y otros que nadie besa.
Vasos que solo se besan
cuando faltan vasos
y después se dejan
sin hacerles caso
dentro de la despensa.
Hay vasos de paso.
Besos de compromiso.
Vasos especiales.
Besos importantes.
Besos sin aviso.
Besos excitantes.
Vasos que no olvidas
con un solo beso.
Hay vasos sagrados
que no sé a qué saben
porque no he besado.
Hay vasos que fueron queridos.
Besos que recuerdas
aunque se han perdido.
Como pulga gorda
en perro flaco.
Como yayoflautas,
Frente al banco
Que le ha robado.
Como seminarista
Manoseado,
como granjero
vegetariano,
Como político
que la ha cagado.
Del africano en Melilla
Frente a la valla,
al niño sirio
Ahogado en la playa.
Como el hielo del ártico
azul y blanco
que las petroleras
Se están rifando.
Como el incumplido sueño
Republicano,
como los galones
del mismo Franco.
Sin futuro
en este mundo nuestro.
Como pulga flaca
como perro muerto.
[12:55, 27/8/2018] Juan carlos aras
Se presentó la noche
Se presentó la noche redonda y calva,
Oscureciendo el musgo en las rotas tejas.
A su llegada
Se estrechó la aldea,
Prietas sus casas
No dejan huecos por donde entrara.
Las calles se hacen callejones
Rincones las plazas
Profunos los escalones
Simas las charcas
Las chimeneas se enfrian,
Los perros callan.
La aldea se encoje como por un cinturón Apretada sin más agujeros para acortarlo,
Conteniendo el aliento
A ver si pasa.
Pero ella ha bajado,
La vieja parca.
Con sus botas negras y su negra falda
Baja la cuesta.
Entra por el callejón de la Ventolera
Donde moran los mas pobres
Entre sarnas y moqueras,
Con su cojera baja los escalones
Que la sigo por detrás y me parece borracha
Zarandeando su chepa,
Rozando con los hombros
Las enfrentadas paredes
De la escalonada y angosta callejuela.
Y se ha parado,
girandose ante una puerta.
pasa su huesuda mano
por la madera vieja
Por sus oxidados clavos.
La empuja un poco
Aunque sin fuerza,
Tiene la aldaba echada
Se queda quieta.
Se arrodilla en el suelo
Que parece un bulto
Con su pañuelo negro
Toda ella negra.
Mete su brazo por la gatera,
Suelta una mueca,
Siempre le han gustado las puertas con gatera
Mueve su palma de derecha a izquierda y aunque no toca nada,
Siente que en la casa cogerá presa.
Se ha levantado y Saviendo de mi presencia oculto en la parte alta de la escaleruela me dirige una mirada.
Como una sombra a la carrera la perdí de vista entre esquinas negras,
Se esfumó la noche
Redonda y calva,
Dejó la aldea.
Vendrá mañama.
[12:55, 27/8/2018] Juan carlos aras
TRES
Mi arbol tiene tres ramas
Que buscan surcar el viento,
Salen dos de mis entrañas
la otra guia mis sueños.
Una rama mira al Norte
Bofeteandose en el cierzo,
No se resguarda en la brisa,
Busca horizontes nuevos.
Ha florido la otra rama
Sin importarle el invierno,
Mariposas de colores
Pintan sus brotes tiernos.
Y la rama más frondosa
Que da calor cuado el hielo,
Cuando el solano da sombra
Cobijo en el aguacero.
Tres veleros por los mares
Tres alondras por el cielo,
Libre vuelo por el agua
Nadan en el firmamento.
Tres amores que son mios
Si son libres para serlo,
Mia solo es la dicha
De a mi lado tenerlos.
GRATUITO
No hay nada que escape
a la avaricia sin fondo
de esos ávaros insaciables
que gobiernan este mundo.
Para ellos no importan
ni la paz, ni la guerra,
para hacerse con todo el oro
que gobierna esta tierra.
No les importan las flores,
ni el aire puro, ni las aves,
ni las aguas cristalinas,
ni los océanos poblados
de las especies submarinas.
Solo les importa el dinero,
amasarlo a manos llenas,
sin reflexionar un instante,
que lo perderán cuando mueran.
No les importa el sufrimiento
de personas, ni de mares, ni de tierra.
Solo les importa el dividendo,
sus haberes, sus haciendas.
Le ponen precio a todo,
a lo poco que ya queda.
Cualquier día hasta el aire
será meta de su miseria.
Lo gratuito se acaba
todo tiene un precio,
todo se vende o arrienda.
El mundo es un bazar,
la tierra es una inmensa tienda.
Esos zorros del dinero
sabedores de la ambición
que ellos mismos alimentan,
nos crearon prioridades,
y necesidades muy necias
que nunca nos hicieron falta
ni por asomo conveniencia,
pero de esa forma tan simple
dieron la vuelta a la naturaleza.
Lo que antes era gratis
ahora un buen precio presenta
y si no hay mucha venta
una ventajosa oferta te tienta.
El caso es caer en sus redes,
el final es asegurarles su renta.
Gratis apenas hay nada,
todo se vende, todo se precia.
Cualquier día hasta el aire
se venderá en botella.
José Vte. Fábregues (3-08-2017)
SENTIMIENTOS
Veo alejarse el ocaso
desde el estribo de un viejo vagón.
que arrastra un inquieto balcón
una locomotora resoplando.
El sol se reflejaba rojizo
al final del vértice lejano
de los raíles formando
un torbellino de colores y rizos.
La nostalgia ya me ahoga
de aquel andén abarrotado
dónde muchas siluetas difusas
agitaban trozos de paño.
Abandoné todo en el pueblo.
apenas unas ropas, y unos trastos.
Dejé casa, muebles y mi corazón
en un perchero colgado.
El tren aquel, sin prisas y renqueando
me llevaría lejos, muy lejos,
allá donde los recuerdos baldos
no me hicieran amanecer llorando.
La flores que reuní apretadas en un ramo
salieron traicioneras en un atardecer aciago
dejándome allí sólo, abandonado,
sin una razón lógica, sin su perfume de mayo.
Apretaba sobre el pecho
mientras el sol se alejaba,
por los raíles andando,
la foto de aquellas niñas unidas
a mi esposa en un abrazo.
Un instante, bastó un segundo,
para que un coche despistado
se las llevara del mundo,
de mi vida, entre sollozos ajados.
Ahora veo alejarse el pueblo
en ese atardecer dorado
que parecía guardar en su seno
aquel trío adorado.
Ese tren, que tanto vi
irse a horizontes lejanos,
ahora me llevaba a mi
a otras tierras en sus brazos.
Y su silbido estridente,
entre bosques y entre campos,
era mi grito de angustia
resonando por todos lados.
JOSE VTE. FABREGUES (14-08-2017)
Poemas de Mara Pérez
MAGENTA
Acaricié tu rictus para sentir de frente,
tu acalorado gesto de verme en ti prendida,
acumulando ansias sin tregua en los destinos
sabores que sortean las flechas de cupido.
Y voy rumiando amores en letras con sonidos
en tu sentir quijote, en el fluir de ancestros,
nuestra conciencia clara, en su matiz ferviente
esa inocencia amada de llanto sostenido.
Hay corazón dormido en versos proclamados
de parasol alado, de cumbres y suspiros,
y sigo siendo luz en los momentos tiernos
en besos desprendidos.
Que cada nota brille en su caudal inmenso
las cuerdas sean brotes de perfumados lirios,
y sean los abrazos amantes presurosos
atesorando mieles de capitel florido.
©Mara Pérez Fernández
2014
***
RASGUÑOS
Vamos a confluir mi esencia en tu ausencia
tu abrazo con mi todo,
mi manera de besar y tus ismos.
Así...
nadando entre mis olas y tu velero
tu manera de mirar y mi armonía
en ese amanecer de los dos,
acariciando la espalda de nuestras risas
acunando el serpenteo de tantos versos
amainando en el latir del mundo.
Así...
madrugamos ensoñaciones
sin tabúes ni prohibiciones,
anclando el todo a nuestro ahora
para seguir latiendo beso a beso
como rasguños ensamblados dos a dos.
©Mara Pérez Fernández
2014
***
SINCRONÍA
Destapa el verso su presencia erguida
delata al mundo su arco iris verbal
no asume incongruencias
papelera repleta de ignorancias por salvar
no es ni santo, ni monaguillo
y en esos contratiempos
entona su sonata vespertina
consonantes populistas
caudal, de utópica filantropía
busca con ansia la palabra...amar
adornando preludios, cuanta ironía
evaporando promesas pías
imitando oralidad, precipicio virtual
doscientas lunas iluminan su cosmología
letra tras letra
hilvanando sueños en el latir del tiempo
en necia sincronía.
©Mara Pérez Fernández
2014
poemas de José Vte. Fábregues
Cómo hablar hoy de paz mientras el hambre
aniquila los pueblos que exprimimos,
con vientres hinchados, mal nutridos
provocando la muerte por ignorar o llegar tarde.
Y cómo hablar de paz y justicia
si ninguna nación se ocupa de ese universal fuero
de los que en pateras nos llegan sin dinero
siendo hijos de Dios, siendo hermanos.
Nuestro corazón grita justicia
pero cerramos puertas y balcones
de acogida a estas cuestiones
por parecernos de otro lado, de otra vía.
No es preciso echar mano de blasones,
todos tenemos culpa, todos condenamos
a estas gentes que mueren sin atenciones
no haciendo una revolución que los salve.
El sol sale al amanecer en la tierra y en el mar.
Ilumina a pueblos prósperos y esquilmados
nuestra suerte depende sólo del lugar
en donde hemos sido colocados.
Es justo pues luchar
para lograr la igualdad
venciendo el egoísmo
y la avaricia mundial.
JOSÉ VTE. FÁBREGUES. 28-08-2014
Jamás tuve sed en esta villa
bebiendo el agua cristalina
de la Fuente de la Ermita
o del lavadero de Losilla.
Cuando el calor aprieta al mediodía
y vienes de un camino polvoriento
es un gran consuelo
el agua fresca del Tornajuelo.
Alguna noche veo, como antaño
alguna chica con su botijo acercarse
a llenarlo de fresca agua de los dos caños
de la querida Fuente Grande.
Aún recuerdo aquellos paseos de mozo
por el Camino Real y por senderos
beber la escasa agua de la fuente del Pozo
a pesar de los viejos mentideros.
Y cuando admiramos los bosques tan bellos
que caen hacía el Turia bravío
sabemos que venceremos el estío
con el agua fresca de La Araña, Los Rubiales
o del abundante chorro de los Mangranos
que nos moja gaznate, cara y manos.
Y si subimos más allá de la Ermita,
a la escarpada Muela de Santa Catalina,
sabemos que beberemos agua fresca
compartiendo con buitres, águilas y grajos
el fresco zumo de la Fuente de los Tornajos.
Los Jolines, La Zarza, La Fuente del Lirio
La fuentecilla, la Pocica, la del Rento Benito
Los caños, El agua Tomás, La Canaleja,
Los Ojuelos, Las Navezuelas, la Ramblezuela
La Cerrada, El Campillo,
todas son fuentes que fueron sostén
de la sed de Aras y de Losilla
que regaron huertos, dieron vida
a los habitantes de este edén.
JOSÉ VTE. FÁBREGUES QUILES. 28-08-2014
RABIA
Es la ocasión para encender el fuego,
para tensar el arco sin premura,
para justificar esa amargura
y maldecir las reglas de este juego.
Es la razón para escupir y, luego,
cerrar la mano, miserable y dura,
para calzar de nuevo la armadura
y llenar de cuchillos el talego.
Es el último instante que me resta
para mostrar el alma amedentrada,
por las sucias artimañas de la gesta.
Es el momento de torcer la mirada
y no darle la razón a la ignorancia
que nos llena los sesos de locura.
Puede que llegue dañada
la tantos años educada razón;
hay que cerrar la puerta y el balcón
y no variar la idea bien guardada.
La luz del sol iluminará, bien cierto
el borrado camino que discurre
entre brumas de desaliento
demostrando que aún no ha muerto.
Ha llegado el momento cierto
de elegir partido en esta danza
olvidando el camino equivocado
inclinando a favor nuestra balanza.
Ya es hora de danzar las músicas
que escritas van en partitura
y no las absurdas ni las cínicas
creadas sin seso ni cordura.
JOSÉ VTE. FÁBREGUES QUILES 29 – 08 - 2014
MÚSICA Y VERSO
El eco de la guitarra está sonando
en mis cansados oídos con rumores;
y diez dedos, cual frágiles sensores
sus seis cuerdas van acariciando.
Aquéllos, sobre aquéllas basculando,
van abriendo camino a los acordes,
al que acuden duendes trovadores
sembrando sus versos bien rimados.
El clamor va aumentando
con sentido en aquél hace
a la luz de la luna, el verso nace
para elevarse como espiga hacia el cielo,
e ir ascendiendo armoniosamente
mientras que va granando su simiente
hecha estrofa que sirve de modelo
a este poema que crece en mi mente.
JOSÉ VTE. FÁBREGUES QUILES 29 – 08 – 2014
CUADROS TRANSPARENTES
Y miras con desamparo
un escaparate vacío
tu cara refleja en el cristal
un rostro triste y frío...
Dejas tu alma abandonada
y un corazón almidonado, perdido,
resbalando en tu interior el poder,
renunciando a él, es tu desafío.
Buscas en la tienda indiferente
cuadros transparentes,
ves reflejado en las ventanas de enfrente
tus deseos envueltos en suspiros.
Pintado con besos azules
descubres tu autorretrato
instantes por ti vividos,
en ellos encuentras tu soledad
y aquella ilusión de niño.
Y te vas con tus besos azules
por un camino de silencios perdidos,
descuelgas de tu cuello las prisas
y te enfundas a ti mismo.
Sin darte cuenta has pintado
el cuadro transparente
del olvido.
©Mara Pérez Fernández
000
VACIO PARA LLENAR
He vaciado mi mochila de ansiedades
alojo sentires acercándome a realidades,
soy en ti consciente de mis límites
sigo adelante, miro tu mirada,
sucumbo a nuevas tempestades;
aún así remonto el vuelo
una y otra vez...recostada en tu alborada.
No me rindo a la fatalidad
soy de carne y hueso, contigo emancipada,
mantengo unida mi cordialidad
esa que antaño perdí no sé donde,
hallando en el viento, luz de encrucijada;
Ahora llora mi segunda vida
cuando la tercera canta de júbilo,
ambas somos infinitamente diferentes
en las tinieblas, sintonizan, se abrazan.
He vaciado mi mochila de maldiciones
alojo emociones que llenan mi vacuidad,
tenernos, conocernos, disfrutar de momentos;
fantástico en esa genuina dualidad.
Despierta en nos la gracia indisoluble,
desalojo la ambigüedad que florece,
ven, acércate a mi, ven a mi, si...
¡Vaciémonos para volvernos a llenar!
©Mara Pérez Fernández
000
ESE SONIDO DE PIANO
Ese sonido de piano
viaja por mis pélvicas corrientes estrelladas
cumpliendo su misión...amarme,
añadiendo el aliento en tus suspiros
dando imagen a mis raíces secas,
envolviendo con canela mi desairado rictus
aquella significativa huella,
que dejó huérfanas mis emociones
borrando de un plumazo mi eterna sonrisa
más, no lloraré la pérdida que el vendaval arrancó;
por siglos quedó mudo el arancel divino de mi adorado sexo,
ése que se columpió al compás del sonido del piano,
mientras desaparecía arrastrada por el lodo
toda imagen de ti...
no te reconozco, amor mío,
por eso, ven de nuevo, llámame, entra en mi,
plantando tu semilla poco a poco, sé carismático ensueño,
no abandones a la intemperie las soledades viajeras
vacíate en mi, se genuino en el espasmo inicial,
sé de nuevo el sonido mágico de teclas amarfiladas...
Ese sonido de piano, eres tu.
©Mara Perez Fernández
Aceitunada,
a merced de algunas sombras,
entra la luz de septiembre
al mágico juego
del viento y la cortina ,
tan débil,
que un leve suspiro
podría romper
el hechizo de la aurora
mientras, en mis ojos, ...
una lágrima callada.
Anochecido,
con el suave perfume
del jazminero,
se bebe el agua
todo un cielo de guiños
cristalizando el perfil de la luna;
Se asienta el viento
sobre las briznas de hierba,
mientras, en su ocasional tránsito,
la pluma de un pájaro
quiebra el instante.
Me gustan tus pasos de roca
rompiendo silencios, tan de mañana;
que son dos suelas pulsando al mundo,
que son dos velas rozando el alba.
Por fuera, los siento al irse
perdiéndose en la distancia.
Por dentro, los voy trayendo
con rosas hacia mi cama
que saben a puro viento
que yo bebo a bocanadas.
Me gustan tus pasos prietos
como puños en batalla.
¡Qué alegres me van llegando!.
¡Qué tristes cuándo se marchan!.
Ayer, las horas que fueron
el descanso de mis días,
hoy, inquieta, no las cuento: ,
ya no me sirven de guía.
Aquellas hojas dobladas
de tanto pasar los dedos,
en las tardes relajadas,
ya son tan sólo recuerdos.
Hoy los versos encallados,
las palabras sin acierto
en poemas que afligidos,
lloran por no poder serlo.
Mis versos son las gaviotas
que siempre salen al mar
a veces vienen de vuelta,
y otras se marchan sin más.
QUERIDA SERRANÍA
ESTREL.LA MEUA
En els ulls oberts
com a pampols
he rebut el teu mirar tendre
ple de poemes sense escriure,
ple de carícies que imagine,
ple d'un alé perfumat,
que imbadix les meues entranyes
i em porta a tu,
com un imant,
com una fletxa,
que dispara el meu cor embogit.
No et mogues d'eixe cel
on tu destaques.
Intentaré arribar a tu
espentat pel llampec
que em dóna el teu amor
en l'infinit tan ample.
Per moltes estrel.les que hagen
en eixe cel de marbre,
trobaré el teu resplendor
que illumina la teua image..
I d'eixos llavis de joia,
xuplaré la mel de romer
que de la teua boca brolla
i es llepolia del meu voler.
José Vicente Fábregues
Abril 2011
ALZHEIMER
Un susurro que vino de dentro
aleteando palomas.
Una luz que difusa
iluminaba mis sombras.
Sonidos y parloteos
que ni conozco ni entiendo.
Rostros de seres extraños
que sus caricias no siento
¿Dónde estoy?
¿Qué es este repiqueteo
que martillea mi alma?
¿A donde voy, Dios mío?
¿Quién me transportas
en volandas?
Me revuelvo contra todo
pero mis gestos son calma
Siento solo paz
aunque parezca ignorancia.
Y quiero taconear en el suelo
para decirle al mundo que vivo,
que no me llevó la parca.
Ocurre que no entiendo
lo que rodea mi barca.
No sé si es tierra parda
o azulada agua.
Solo sé que no conozco
ni lo que veo me llama.
¡Dios mío!
¿Quien apagó mi lámpara?